Un nuevo año

Se ha ido el año 2016. Deseamos a nuestros lectores que el año 2017, sea promisorio para cada uno, en cada aspecto que sea de importancia para sus vidas, y que permite la realización personal. Para cada cual, deseamos que pueda desarrollarse como persona en un ambiente donde imperen los derechos humanos, y por sobre todo, aquel que funda la condición humana: el derecho a la libertad de conciencia.

Se ha ido el año 2016, y los medios de comunicación hacen enunciados sobre las noticias mas importantes.

En ese contexto, han sido relevantes para Iniciativa Laicista diversos sucesos internacionales: los atentados perpetrados por el fundamentalismo islámico, que han provocado asesinatos masivos en Francia, Turquía y otros países

el descubrimiento de nuevos casos de abusos contra menores en entidades religiosas católicas, realizados por sacerdotes, pese a las medidas anunciadas por el papado de Bergoglio, para responder a las exigencias de los organismos internacionales que protegen los derechos del niño; el factor religioso en la política brasileña y en las elecciones norteamericanas; el efecto religioso en la frustración de distintos procesos que permitirían superar largos conflictos, como, por ejemplo, lo que distorsiona las posibilidades de negociación entre Israel y Palestina.

En la realidad chilena, destacamos la comprensión creciente de distintos protagonistas de las clases dirigentes, sobre el carácter laico que debe tener el Estado; la postergación de derechos básicos para la mujer y sus libertades de conciencia, debido al entorpecimiento legislativo de políticos confesionalistas; las distorsiones en la reforma educacional, promovidas por sectores confesionalistas que buscan proteger la hegemonía religiosa católica en el sistema educacional chileno; la abstención ciudadana en las elecciones municipales y la incertidumbre sobre el futuro del proceso constituyente.

Las grandes incógnitas que deberán dilucidarse en Chile en 2017, están relacionadas con la elección presidencial y si la actual Presidenta de la República logrará abrochar las reformas fundamentales que respaldaron su elección, establecidas en su programa de gobierno. La primera puede se determinante para dar cuenta del proceso de laicización que ha experimentado la sociedad chilena y que no se ha reflejado en sus clases dirigentes. La segunda señalará hasta donde las presiones de la Iglesia Católica ha influido para torcer la voluntad ciudadana, expresada en las elecciones presidenciales de 2013.

En el plano internacional, la incertidumbre se instala con el inicio del gobierno de Trump, en la sobrevivencia del Estado Islámico y de otros grupos fundamentalistas, en el curso de la política turca, las elecciones francesas y los procesos políticos de Brasil, México, Venezuela y Colombia. Lo que ocurra en estos países será determinante para el futuro de la democracia en América Latina.

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