Verano caliente en el PDC

En uno de los veranos más calurosos de los que haya registros en Chile, la política chilena ha visto calentarse la situación del Partido Demócrata Cristiano como no se había visto por mucho tiempo. El sector conservador ha puesto proa contra la continuidad de la Nueva Mayoría, mientras el sector progresista estaba esbozando el apoyo a la candidatura presidencial del senador Alejandro Guillier, la mejor carta que muestran las encuestas proveniente de la coalición de gobierno.

Ante el fracaso del sector conservador de tener en Soledad Alvear a su portavoz, ha emergido la figura de Mariana Aylwin, que ha montado un incidente internacional con el obtuso gobierno cubano, para imponer una política desintegradora de la Nueva Mayoría. Por otro lado, el conocimiento público de las conversaciones del senador Guillier con los llamados “chascones”, ha evidenciado que las fracturas internas son más profundas, ante la incapacidad de tener el PDC una figura pública capaz de ordenarlo y que sea congruente con lo que la opinión publica espera de las organizaciones políticas en la actual realidad.

Frente a una situación caliente, y a fin de mantener la gobernabilidad del partido, la senadora Carolina Goic, presidenta del partido, ha tenido que asumir la patriada de señalar su determinación de ser candidata presidencial por la DC, a fin de mantener al partido ordenado tras una esperanza cuyo única posibilidad es negociar una buena fórmula parlamentaria dentro de la Nueva Mayoría, como la ha venido haciendo en las últimas elecciones presidenciales.

La fórmula compensatoria de la Nueva Mayoría, heredada de la Concertación Democrática, ha sido altamente beneficiosa para la DC, sobre la lógica “Ustedes tienen el candidato presidencial, nosotros las mejores opciones parlamentarias”. Ello ha permitido que la presencia de diputados y senadores DC sea abultada en relación a su realidad electoral, y favorable a tener una masa electoral reducida. A mayor abstención, más ventajas reales de mantener la fórmula. Ello motivó a Andrés Zaldívar a apoyar una opción segura en esos términos, como lo es la candidatura concertacionista por excelencia del ex Presidente Ricardo Lagos.

Ciertamente, lo que mejor puede ofrecer la senadora Goic en este momento, con su candidatura, es mantener la unidad partidaria y negociar las mejores condiciones para la plantilla parlamentaria. Posibilidades efectivas de una candidatura presidencial DC, salvo por un esfuerzo supremo de la senadora Goic para no ser la presidenta de un partido quebrado por culturas políticas irreconciliables, no están dadas.

El candidato natural del conservadurismo es Sebastián Piñera y el candidato natural del progresismo es Alejandro Guillier. Pareciera que las opciones no pueden cambiarse sin algo dramático a estas alturas de la realidad política. Pero aquello no tiene espacio dentro de las fuerzas políticas existentes en ambas coaliciones. Si hay algo dramático en los próximos meses, será exógeno a las colaciones que, con distintos nombres, han predominado en la política chilena en las últimas décadas.

En realidad, la opción de Goic tiene poco espacio para la imaginación (SJ). 

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