El periódico Charlie Hebdo quiere traer el laicismo de nuevo al corazón del debate político francés. En la edición del miércoles recién pasado hizo un llamado a los candidatos a la próxima elección presidencial, donde el semanario satírico les pide formalmente comprometerse a no enmendar la ley de 1905.
El semanario pide a los candidatos que «se comprometan claramente» en tres puntos: 1) «no modificar en modo alguno la ley del 9 de diciembre de 1905 sobre el laicismo», 2) «no introducir en la legislación, arreglos o acápites especiales con respecto a una comunidad religiosa», y 3) » no introducir en modo alguno un delito de blasfemia».
El llamamiento, publicado en la doble página central, está acompañado de ilustraciones de artículos de la ley de 1905. «Estos artículos muestran que esta ley no ha dejado nada al azar, limita muy precisamente lo que un poder religioso en el espacio público», explicó previamente a una fuente el director del periódico, Gerard Biard. «La idea es devolver el laicismo al centro del debate porque no es sólo un instrumento, primero es un principio político consagrado en la Constitución».
Charlie Hebdo seguirá siendo partidario y promoverá el laicismo. Le preocupa que los candidatos nada digan al respecto. «Si nada cambia, Marine Le Pen será la única candidata que hablará abiertamente sobre el laicismo, lo que plantea graves problemas porque su partido tiene vínculos bien conocidos con los católicos fundamentalistas y se propone ofrecer nuevas facilidades para la enseñanza privada, que es principalmente religiosa», explicó Biard.
«Charlie Hebdo siempre ha sido y seguirá siendo ferviente partidario del laicismo y de los valores que se le atribuyen, y lo consideramos uno de los pilares de la unidad republicana», añadió. «Tenemos legitimidad para plantearlo, porque si sucedió el 7 de enero de 2015, fue porque la cuestión fundamental ha sido abandonada por demasiado tiempo: tener el laicismo como principio político», dijo Gerard Biard, refiriéndose al ataque a la sede del periódico que cobró la vida de 12 personas, entre ellos su antecesor en la dirección de esa publicación satirica.
