Este viernes el arzobispo de Montevideo, el cardenal Daniel Sturla, fustigó en su audición semanal el manual didáctico para abordar la educación sexual en las escuelas, y acusó que plantea «dificultades graves», y además comentó que la «orientación asumida por el material supone una imposición subrepticia», señala Montevideo.com.uy (28/07/17)
Sturla citó uno de los fragmentos del manual, que establece que «es importante comunicar a las familias que la educación sexual es un derecho de los niños, niñas y adolescentes, por lo cual los padres no pueden permanecer indiferentes a dicho derecho, aun cuando no coincida con sus valores y creencias», y criticó esta postura.
La Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP) uruguaya, presentó esta semana un manual didáctico para el abordaje de la Educación Sexual en Educación Inicial y Primaria, que tiene como objetivo «brindar orientaciones y herramientas teóricas y metodológicas a los docentes» para que aborden los contenidos de la educación sexual.
«A través de aportes conceptuales, abordajes en la escuela, formación ética y ciudadana y, fundamentalmente, de propuestas para integrar la educación sexual en el aula, este material asume que la escuela conlleva la valiosa e imprescindible inclusión de las familias y la comunidad, para lograr un trabajo mancomunado que permita a todas las personas adultas involucradas asumir sus responsabilidades», se dice en la presentación de la propuesta.
El religioso opinó que es importante defender el derecho de los padres a decidir sobre la educación sexual que reciben sus hijos, y que el Estado debe «velar para que los padres cumplan» ese derecho y obligación, pero «no puede ponerse en el lugar de los padres y darles a esos chicos una educación que no es la que su familia considera conveniente».
Sturla también comentó que el «fundamento teórico de la propuesta» busca influir con la «ideología del género». «En un Estado laico, plural y democrática, se asume una ideología determinada como la es la ideología del género», dijo, aclarando que la Iglesia no quiere discriminar a nadie, y no se opone a ninguna persona, «pero otra cosa es aceptar una ideología que se nos quiere imponer subrepticiamente.
Sturla finalizó pidiendo «estar atentos»: «Defendamos la verdadera laicidad, esa que el Estado se compromete a defender. No permitamos que una ideología determinada – que no condice con la Constitución – llegue a dominar en la educación afectivo-sexual de nuestros niños», concluyó.
Quienes deseen conocer la propuesta didáctica y los alcances que incomodan al purpurado, puede hacerlo en el link
