Reportaje sobre la previa del Tribunal Constitucional

Un reportaje sobre lo que podría ser el debate en el Tribunal Constitucional – sus integrantes en la foto – luego de resueltos los aspectos pendientes en la Comisión Mixta del Congreso, del proyecto de ley de aborto por tres causales, una vez culminada su aprobación en el parlamento, ha hecho LaTercera.com (30/07/17). Jorge Contesse, abogado constitucionalista y doctor de la Universidad de Yale, consultado por ese medio, explica lo que se juega el TC: “Lo que decida en el proyecto de aborto determinará en gran medida, para bien o para mal, la legitimidad social del tribunal. Y esa legitimidad es fundamental para la integridad de toda práctica constitucional”.

 Existe preocupación por el clima agitado en el que el TC tendrá que dirimir su posición. Domingo Lovera, profesor de Derecho Constitucional de la UDP, apunta a ese hecho: “Se da la paradoja de que en este debate, así como se han planteado las cosas, las cámaras parlamentarias han tenido la quietud suficiente para debatir y meditar sobre los alcances de la regulación constitucional, mientras el TC, en cambio, deberá decidir en breve tiempo y en medio de un fervor político”.

El actual presidente del TC, sabido que habrá una presentación en contra de la ley por parte de la oposición presentó el cronograma. Ahí se zanjó que apenas sea presentado el requerimiento – los cálculos ponen al sábado 5 de agosto como fecha tope – se resolverá el acoger a trámite y la admisibilidad en conjunto. Y aunque existe un plazo de cinco días para declarar admisibilidad, la voluntad mayoritaria dentro del TC es no estirar el proceso más allá de 24 horas. Además, si se llegan a solicitar alegatos de admisibilidad, la idea es rechazarlos.

Luego de eso, se espera abrir el debate a todos los representantes de las organizaciones que quieran exponer su opinión, espacio que para el tribunal no es obligatorio conceder, pero que en un caso de esta importancia consideran relevante entregar. Como se prevé que serán muchos los representantes que acudirán, se acordó que en un día y medio, o máximo dos, se sesionará durante todo el día, dando un máximo de 10 minutos por organización. Ello, al margen de los alegatos de requirentes (oposición) y requeridos (representante del gobierno).

Tras los alegatos, que se harán en el salón principal, con capacidad de 160 personas, el acuerdo del TC es tomar una decisión de inmediato. Se reunirán en la sala de deliberación y abrirán el debate en privado, para luego votar. Tal como se ha hecho en otras discusiones emblemáticas – como la legislación laboral; la gratuidad en la educación y el sistema electoralv-, para evitar filtraciones, especulaciones, llamados y presiones, el resultado se dará a conocer apenas se resuelva. La ley establece que el TC debe resolver estos requerimientos en 10 días desde su admisibilidad.

A partir de esa fecha, el TC tiene otros 10 días de plazo para divulgar el detalle de su sentencia, con la argumentación jurídica de los votos de mayoría y minoría. Pero la votación y el resultado del recurso ya se habrán conocido.

El reportaje señala que los integrantes del Tribunal reconocen medio en broma que su decisión los seguirá hasta cuando mueran, y serán recordadow por su votación a favor o en contra del aborto. Ese es el peso que se le ha tomado a la resolución del tribunal.

Dentro del tribunal ningún ministro se aventura a vaticinar el resultado. Además, desmitifican que esta votación se vaya a dar en bloque, pues se esperan votos cruzados entre el oficialismo y la oposición, y – en ese sentido – el rol dirimente de quien ejerza la presidencia podría resultar crucial. Por ejemplo, plantean que puede ocurrir que ministros como la RN María Luisa Brahm, ex jefa de asesores del segundo piso del gobierno de Piñera, terminen desmarcándose en al menos alguno de los puntos del requerimiento que presentará la oposición. Lo mismo ocurre con José Ignacio Vásquez, quien a pesar de tener más cercanía con la derecha, es considerado como un ministro del ala más liberal. Por el lado del oficialismo, todos los esfuerzos de lobby del gobierno han estado enfocados en persuadir a Domingo Hernández, ministro DC, quien es católico practicante. La idea es que Hernández no termine por inclinar la balanza en la votación del TC, tal como lo hizo el actual ministro del Interior, Mario Fernández, en la votación que declaró inconstitucional la distribución de la “píldora del día después”.

Para Iniciativa Laicista lo que fue el rol de Mariano Fernández en la discusión de la “píldora del día después” fue vergonzoso, ya que no vaciló en justificar su voto en contra del decreto que autorizaba el fármaco, fundado en la directriz de su obispo, despreciando el orden constitucional chileno que separa a la Iglesia del Estado en Chile, desde 1925. Un baldón que todavía pesa en el rol del Tribunal Constitucional.

El reportaje de La Tercera está disponible en la edición impresa de hoy y en el sitio web de ese medio, bajo el título “La batalla por el aborto que se dará en el Tribunal Constitucional”.

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