Un crecimiento de 17,3% puntos ha tenido en España, el porcentaje de personas que no son creyentes, desde 1980. Ese año un 8.5% de los españoles declaraba no tener credo. Según un informe de la Fundación Ferrer Guardia, dado a conocer el 28 de diciembre recién pasado, reporteado por 20minutos.es, dice que actualmente un 25.8% de los españoles son no creyentes.
La Fundación Francisco Ferrer Guardia, con sede en Barcelona, es una entidad sin fines de lucro que, desde 1987, trabaja en el ámbito de la juventud, la educación, la participación democrática, la ciudadanía europea y las políticas públicas, en general.
Recibe su nombre del legado de Francisco Ferrer Guardia, fusilado en España, después de un juicio sin garantías a cargo de un tribunal militar, el 13 de octubre de 1909, habiendo destacado en la promoción del humanismo y la enseñanza racionalista. Desde su muerte, que conmovió a Europa, se le considera un mártir de la libertad de pensamiento. La fundación, anualmente hace una encuesta sobre los alcances de la laicidad en España, además de otros estudios.
La Fundación afirma en las conclusiones del estudio dado a conocer el reciente 28 de diciembre, que el factor etáreo juega un rol determinante en la la opción de conciencia de las personas, puesto que casi la mitad de los jóvenes de entre 18 y 34 años afirman ser no creyentes o ateos, mientras que esta cifra es sólo del 8,3 % entre las personas mayores de 65 años.
Las comunidades donde hay más personas que se declaran no adscritas a ninguna religión son: Cataluña, País Vasco y las Islas Baleares El informe destaca que Cataluña, el País Vasco y las Islas Baleares son las comunidades autónomas que presentan un mayor número de personas que se adscriben a opciones de conciencia no religiosas, mientras que Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura es donde esta proporción es menor.
En el año 2002 la religión era valorada con un 5,34 (en una escala de 0 a 10, donde 0 es muy poco importante y 10 muy importante), una cifra que disminuyó hasta el 4,15 en 2015. A pesar de esta tendencia, el informe reconoce un ligero repunte entre 2014 y 2015. Por el contrario, el informe señala que la política ha ido consolidando su importancia entre el 2013 y el 2015, superando por primera vez a la religión.
