Entrevista de Rubén Farías.
¿Qué significa para Ud. haber cumplido 80 años de vida?
Representa que lo que hasta hoy he llegado a ser, es el resultado de la preocupación de muchas personas:
- de mis padres, que me concibieron e inculcaron en mí las visiones fundamentales de la vida: el amor, el respeto, la responsabilidad, entre muchos otros valores;
- de mi familia, que me ha querido profundamente, en la adversidad y su comprensión, pero también en los gratos instantes de felicidad que hemos vivido;
- de las relaciones interpersonales establecidas a través de mi vida laboral en que el conocimiento y experiencia de los demás me ha permitido observar y entender experiencias de vida distintas de las mías;
- de mis profesores, de cuyos ejemplos capté la importancia del conocimiento y como este, al expresarse a través de la razón, me ha permitido darme cuenta de las turbulencias de la realidad y la emoción que me ha significado traspasar los umbrales “mágicos” de mi propio desarrollo;
- de mis estudiantes, cuya permanente presencia juvenil, impregnó en mí la savia joven de sus propias e iniciales experiencias;
Pero, si bien esto tiene que ver con mi pasado, también lo explico en cuanto a mi presente y mi futuro, es decir, cumplir 80 años de vida, es un momento importante para reflexionar como utilizar el tiempo que me queda en este mundo, entregando lo mejor de mí a mi familia y seres queridos que me rodean, mi sociedad.
El sentido de la vida: “no muere quién va dejando huellas”.
Siempre para mí, buscar el sentido de la vida, ha sido mi razón de ser. Hasta ahora, y pese a las adversidades vividas, he sabido enfrentarlas y comprender lo hermoso que ha sido disfrutar de ella. Lo que hice, en las variadas responsabilidades que he tenido, ha sido pertenecer a la historia personal de alguien, permanecer en su memoria, sentirme útil y siempre dispuesto a solidarizar con quien lo necesite, abriendo, creando espacios, comunicando y tratando de entender a mis pares.
Son muchos los verbos que debo conjugar para lograr encontrar este sentido a la vida, compartir, ayudar, respetar, escuchar, empatizar, ocuparme por los demás. Son una necesidad del alma y un alimento para el espíritu. Estas son las huellas de las experiencias que voy dejando y así entiendo el sentido de mi vida.
¿Cómo enfrenta Ud. el desafío del futuro?
Con mucho optimismo. No espero que me llegue todo como caído del cielo, busco participar, ganar respeto y no ser una persona que provoque compasión. Los procesos naturales de la existencia humana constituyen emocionantes situaciones ante las cuales no siempre tenemos las respuestas más adecuadas. Pienso que no solo soy yo ni mi generación quienes nos conmovemos por el devenir. Lo que nosotros teníamos que hacer, lo hicimos. Espero entonces, que las nuevas generaciones comprendan la necesidad de hacer bien lo que deben hacer: pensar, no solo en ellos, sino también en las futuras circunstancias de vida que deberán enfrentar. La ciencia y la tecnología, hasta ahora, han explicado y resuelto algunos problemas fundamentales, pero las dudas de siempre aún permanecen en la incógnita de la vida: ¿de dónde vengo?; ¿quién soy?; ¿a dónde voy?
¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que tenemos como sociedad?, y en esto, ¿qué rol tiene la educación?
Es indudable que el problema más angustiante es la EDUCACIÓN. Al respecto recuerdo el pensamiento de un importante profesor estadounidence, John Dewey, quien sostenía: “la educación no es preparación para la vida, la educación es la vida en sí misma”. Dicha afirmación expresa algo innegable: el proceso educativo es el fundamento de origen que toda convivencia humana debiera lograr en cuanto al fortalecimiento de sus condiciones, niveles y de calidad de vida a la que la sociedad aspira. Esto se logra en el largo plazo, pero no se trata de problemas que se resuelvan por la vía administrativa determinando la imposición de cambios, sino que se le debe entender en función de lo que significa una política de Estado que haga de la educación su eje estratégico de desarrollo en el plano de las diversidades humanas y regionales del país. Para ello debe considerarse un horizonte remuneracional del profesional pedagogo en los niveles más altos de la administración en general, como igualmente, un significativo aporte de recursos económicos que permita realizar los cambios requeridos en el tiempo que corresponda.
Ahora bien, si los desafíos del futuro surgen intensos e intempestivamente, sus explicaciones y prácticas en educación son urgentes, por ejemplo, el acceso a la tecnología; el conocimiento de las realidades virtuales, de la inteligencia artificial y la representación de la capacidad humana orientada a la resolución de problemas; la continua investigación de las habilidades personales y sus logros en la variedad de saberes existentes; las actividades teóricas (del pensar) y prácticas (del hacer); la interdisciplinariedad y su enfoque sistémico, neuroeducación, (¿cómo funciona el cerebro?) etc.
Pienso que, así como el hogar es el centro decente del amor y respeto entre sus integrantes, el colegio es el centro docente del conocimiento y respeto por las diferentes formas de pensar. La combinación de ambos objetivos, identifica a la persona bien educada. Y esto debe recuperarse como valor nacional y mejorarse en el contexto propio de los tiempos que advendrán [1].
[1] Profesor de Educación Física de la Universidad de Chile. Ejerció la docencia escolar en el Colegio del Verbo Divino y la docencia universitaria en la Facultad de Educación Universidad de Chile, la Universidad Católica y la Universidad Técnica del Estado. Post Grados en USA. Springfield College.
USA. Bloomington. Indiana. Fundador y Presidente. ADEBACH. Asociación de Entrenadores Básquetbol de Chile y Miembro Honorario ACHIPEF
