Muy pocos medios informaron que el astrónomo Guido Garay Brignardello, (en en centro de la foto), fue elegido este jueves como Premio Nacional de Ciencias Exactas 2017, otorgado por el Ministerio de Educación chileno. Ciertamente, la ciencia es poco valorada dentro de los medios informativos y las élites chilenas. “Uno nunca se cree merecedor de este premio. Se lo debo a todos los que han colaborado con mi obra científica y a todos mis estudiantes que siempre me han desafiado en lo académico. Estoy muy contento», dijo el galardonado. Garay es especialista en formación estelar, una área que investiga desde hace tres décadas en la Universidad de Chile. Es profesor titular de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, y ha sido investigador Asociado del Centro de Astrofísica (1982-1983), becario del Observatorio Interamericano Cerro Tololo (1983-1984) y becario del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Durante años ha formado una generación de astrónomos expertos en radioastronomía y su docencia se caracteriza por transmitir a sus alumnos los fundamentos de la astrofísica en forma sencilla y profunda. Su motivación y claridad en la exposición de los conceptos lo han llevado a ganarse la admiración de sus alumnos, que se refleja en una carta (adjunta al expediente), enviada por ex alumnos. Posee 91 publicaciones y 120 artículos ISI, que han sido citadas 4.803 veces, y ha guiado una decena de tesis de postgrado.
El premio fue celebrado por la comunidad científica chilena. Su colega, María Teresa Ruiz, presidenta de la Academia Nacional de Ciencia, y miembro del jurado señaló, según informa ElMostrador.cl: «Creo que es un ganador super merecedor de este reconocimiento por su excelente aporte a la astronomía nacional y mundial», coincidió s y otra de los jurados. Es un radioastrónomo que ha puesto a Chile en el concierto mundial con respecto a todo lo que se hace en radioastronomía», en particular en ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, siglas en inglés), señaló, una asociación internacional entre Europa, Norteamérica y Asia del Este, en colaboración con Chile, que es el mayor proyecto astronómico del mundo”.
«Además – agregó – fue la persona que hace hartos años lideró un proyecto donde juntó a todas las universidades que en aquel entonces hacían astronomía, para trabajar todos juntos en el Centro de Astrofísica. Es un reconocimiento por la formación de gente, por su aporte al conocimiento universal y a la unión de la astronomía chilena», reiteró.
«El premio me parece estupendo y me ha alegrado mucho saber que Guido Garay es el nuevo galardonado», comentó por su parte la bioquímica Cecilia Hidalgo, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2006, desde Francia. «Es más que merecido», según señala dicho medio.
«Finalmente la decisión se basó en el gran impacto científico de sus estudios en formación de estrellas masivas y por haber logrado aunar el trabajo colaborativo de científicos de tres universidades en un centro de excelencia. Sin duda Guido Garay es muy merecedor del máximo galardón que le entrega el país a un científico», señaló Mario Hamuy, presidente de Conycit e integrante del jurado, que es presidido por la Ministro de Educación.
El galardonado fue estudiante del Instituto Nacional, se licenció en la Astronomía en la Universidad de Chile (1976), tiene un Máster (M.Sc.) en Astronomía, en la Universidad de Harvard (1980); y un Doctorado (Ph.D.) en Astronomía, Universidad de Harvard (1983).
Entre las distinciones que ha recibido en su trayectoria científica se cuentan el Bart Bok de la Universidad de Harvard (1985); el Henri Chrétien de la Sociedad Americana de Astronomía (1987); la Beca Guggenheim de la Fundación John Simon Guggenheim Memorial (1994); la Cátedra Presidencial en Ciencias de la República de Chile (1996) y la Medalla Rectoral de la Universidad de Chile (1996).
El Premio Nacional de Ciencias Exactas se entrega cada dos años desde 1993. Anteriormente los ganadores fueron los matemáticos Servet Martínez y Eric Goles (1993), el físico Claudio Bunster (1995), la astrónoma María Teresa Ruiz (1997), su colega José María Maza Sancho (1999), el físico Fernando Lund Plantat (2001), el matemático Carlos Conca (2003), el físico Rafael Benguria (2005), su colega Miguel Kiwi (2007), los matemáticos Ricardo Baeza Rodríguez (2009), Patricio Felmer (2011) y Manuel del Pino (2013).
