Nibaldo Acero 
Contra toda maldita guerra, contra todo sistema de muerte, contra toda estrategia militar perversa, contra toda jodida dictadura, contra toda justificación de aniquilamiento, contra toda supremacía de raza, contra toda intervención militar que tolere horror, contra todo holocausto, pero también contra todo exterminio: el migrante, el afroamericano, el palestino. Contra toda pacificación, contra toda macrozona, contra la segregación en el sur chileno, contra todo gueto y razzia en el universo, contra toda sistematización de miseria, contra toda comunicación ambivalente, contra toda fake news, contra toda red social cómplice del fascismo. Contra toda estrategia bélica de medidos alcances bursátiles, contra toda guerra, sobre todo aquellas que activan mercados y puntuales capitales, contra toda farsa con las manos manchadas de sangre, contra todo líder que se vaya en contra de un pueblo más débil, contra todo líder que se vaya en contra de su propio pueblo, contra esos líderes-estropajo que hablan de que están en guerra contra enemigos internos. Contra toda elite que echa a andar su obscenidad como si se tratara de un auto de carrera. Contra toda guerra, no solo contra de las guerras entre los blancos, no solo contra las guerras en Europa, no solo contra las guerras primermundistas, también y con más furia en contra de los misiles que mutilan ojos y niños en el tercer mundo. Contra la guerra en Ucrania. Contra la guerra en Siria. Contra la guerra en Yemen. Contra toda brutalidad que reciben las niñas, los niños, sea en su hogar o por una guerra hecha por los adultos, contra todo dolor infligido hacia los más vulnerables de este planeta. Contra toda guerra, sea en África o Medio Oriente. Contra la bestialidad del gobierno israelí contra Palentina, contra la bestialidad de la policía contra los afroamericanos, contra las políticas de Estados Unidos en pos de la democracia, contra todo imperio y su coagulada voluntad de hacernos mierda, contra todo gobierno que ampara este jodido modelo, y lo estetiza, y le enciende velas. En contra del sufrimiento horrible de la guerra, en contra de la injusticia horrible, de la brutal desesperanza. En contra del monstruoso poder de la elite, de los perros falderos de la infamia, en contra del sensacionalismo horrible de los medios, en contra de los tanques rusos y del napalm norteamericano. En contra, en contra, en contra de todo imperio asesino, brutal, sanguinario… y de la falta de pensamiento que lustra sus botas.
