Aunque ya nada sorprende de los episcopados católicos cuando tratan de defender lo indefendible, no dejan de causar estupefacción las recientes declaraciones de la arquidiócesis de Cali, Colombia.
Sus comentarios han surgido tras la condena a 33 años de prisión del sacerdote William de Jesús Mazo Pérez (en la foto), por abusar sexualmente de cuatro menores, y la indemnización que las familias de los menores están solicitando de la Iglesia.
Para la arquidiócesis, según informa el diario El Espectador, la conducta del sacerdote debe ser compartida con las familias de las víctimas, por no haber tenido un mayor cuidado preventivo. El abogado del clero se pregunta: “¿Se fue laxo, permisivo, omisivo, abandonado y desinteresado y hoy concurren ante un juez para aprovechar un hecho dañino de un tercero y fingir como víctimas indirectas?”
El 1° de marzo próximo, las familias de las víctimas se harán presentes frente a la sede de la arquidiócesis, para exigir del arzobispo Darío de Jesús Monsalve, que cumpla con la indemnización ordenada por la justicia.